sábado, 20 de diciembre de 2008

HÁBITOS DE HIGIENE Y CONSEJOS EN LA ESCUELA :

¿Te preguntas, al igual que muchos otros padres, cómo puedes motivar a tu hijo para que siga desarrollando en la escuela las habilidades que ha empezado a aprender en casa, cómo limpiarse después de ir al lavabo y cuándo lavarse las manos? Te ofrecemos consejos útiles y estrategias para que animes a tu hijo a practicar unos buenos hábitos higiénicos incluso cuando tú no estés vigilándole.


Si a veces ya resulta difícil que los niños se laven bien las manos y se limpien bien después de ir al lavabo en casa, ¿cómo conseguir que mantengan unos buenos hábitos higiénicos en la escuela? (Especialmente si no han desarrollado sus habilidades tanto como a ti o a los profesores os gustaría.) Afortunadamente, no es tan difícil como crees. ¡Sigue estos útiles consejos!



CÓMO LAVARSE LAS MANOS:

Una guía que muestra a tu hijo cómo lavarse las manos, cuándo lavárselas y qué hay que hacer.

¿Cómo se hace?

Repasa con tu hijo estos consejos higiénicos. Le serán útiles cuando esté en la escuela y en cualquier momento.

Cómo lavarse las manos:

- Utiliza agua caliente y jabón, y frótate las manos para hacer espuma.
- Lávate la palma y el dorso de las manos, así como entre los dedos.
- Frótate las manos durante 15 segundos como mínimo y aclara bien.

Cuándo lavarse las manos:

- Antes de comer.
- Después de jugar fuera y de la escuela.
- Después de ir al lavabo.

Estrategias para limpiarse bien después de ir al lavabo.

- Después de ir al lavabo, límpiate con papel higiénico o la toallita hasta que salga limpio.
- Límpiate de delante hacia atrás.
- Lávate las manos al terminar.

QUÉ PIENSAN LOS NIÑOS:

¿Te preguntas por qué tu hijo no se lava las manos? ¡Enfoca la situación desde la perspectiva del niño! Si te pones en el lugar de tu hijo, sabrás cómo puedes ayudarle.


Los niños no se preocupan por la higiene tanto como sus padres.
Muchos niños no entienden por qué es tan importante lavarse las manos (o limpiarse después de ir al lavabo). Lo que les interesa es jugar. Lavarse las manos o incluso ir al lavabo es tan sólo una pérdida de tiempo.

Tampoco piensan en lavarse las manos o limpiarse después de ir al lavabo.
Tu hijo seguramente no piensa en absoluto en ello. En realidad, lo que está pensando es: "Acabemos con esto de una vez. ¡Quiero comer!" o "¡Lo único que quiero es jugar con mis amigos!"
Acostumbran a no darse cuenta de que no se han limpiado bien después de ir al lavabo hasta que es demasiado tarde. Algunos todavía están aprendiendo y otros simplemente tienen prisa para volver a clase. Pero el problema es que posiblemente no se den cuenta de que no están del todo limpios hasta más tarde, cuando notan escozor o irritación en la piel. Entonces, puede que tu hijo piense: "El agua está demasiado caliente y no puedo abrir el grifo solo."
Los lavamanos y los aseos de la escuela pueden resultar extraños.
Aunque la mayoría de los aseos de las escuelas están construidos a medida, algunos niños pueden sentirse incómodos con algunas cosas. Puede que el lavamanos o el wc sean demasiado altos y que los grifos sean distintos a los de casa, lo cual incomoda y desconcierta a los niños o simplemente no les resulta familiar.


CONSEJOS ÚTILES PARA LAVARSE LAS MANOS:

Estas creativas estrategias educativas te ayudarán a motivar a tu hijo.

Consejos útiles:

En primer lugar, relájate. Recuerda que ésta es una fase por la que tu hijo tiene que pasar. La buena noticia es que tú puedes contribuir a que tu hijo se desenvuelva solo y adquiera unos buenos hábitos higiénicos.

Habla con tu hijo:

Si notas que tu hijo vuelve a casa con las manos sucias o que se resfría a menudo, puedes preguntarle si se lava bien en la escuela y repasar con él los momentos del día en los que es importante lavarse. Sin embargo, algunos niños se ponen a la defensiva cuando abordas el tema.

Repasad juntos los pasos que debe seguir al lavarse las manos:

Si tu hijo no se lava las manos correctamente, tal vez sólo necesita un repaso. Intenta de nuevo, y despacio, lavarte las manos con él. Repasa todo el proceso, pero de forma divertida. Canta una canción durante 15 segundos, mientras os enjabonáis. Procura que se formen muchas burbujas y asegúrate de que os frotáis la palma y el dorso de las manos. Lavaos las manos juntos diariamente y repasad los pasos en los que tu hijo pueda tener problemas.

Practica con el orinal:

Si notas que tu hijo vuelve a casa con la "ropa interior un poco manchada," procura que no se sienta mal por ello. Piensa que él tal vez ni siquiera se ha dado cuenta. Pero cuando le veas utilizando el lavabo, aprovecha la oportunidad para repasar con él cómo debe limpiarse al terminar. Puedes preguntarle si alguno de los pasos le resulta especialmente difícil y, si es así, repasarlo detenidamente.

Habla con el maestro de tu hijo:

Pregúntale al maestro cuáles son las costumbres higiénicas de la escuela y cómo puedes ayudar a tu hijo a adquirir las habilidades necesarias. Pregúntale también cuándo se lavan las manos los niños y cuándo van al lavabo. Cuanto más informado estés, más podrás ayudar a tu hijo. Asimismo, puedes explicarle al maestro los problemas que tiene tu hijo a la hora de ir al lavabo.

Da ejemplo de buena conducta higiénica:

Tu hijo aprenderá mucho viéndote a ti. Tú o la persona que esté a cargo de tu hijo deberíais lavaros las manos al llegar a casa, antes de las comidas, cuando alguien esté resfriado y después de jugar.

Introduce los temas relacionados con la higiene en los juegos:

Ser niño es jugar. Si tu hijo está manteniendo una conversación con uno de sus peluches, puedes sugerirle que le enseñe a lavarse las manos. Intenta hacer lo mismo con la limpieza después de ir al servicio y deja que tu hijo realice la actividad con un muñeco. Puede sonar un poco tonto, pero funciona.

Anima a tu hijo a ser el maestro en materia de higiene:


“Si tu hijo tiene problemas para recordar cómo debe lavarse las manos o limpiarse después de ir al servicio, en lugar de decirle lo que tiene que hacer, puedes animarle a que lo explique él mismo a un peluche o a una muñeca. Coge su osito y di: 'El osito necesita un poco de ayuda para ir al baño.' o 'El osito ha olvidado cómo debe lavarse las manos. Puedes ser su maestro y explicarle lo que tiene que hacer. Eres tan buen maestro.' En caso necesario, formula preguntas orientadoras como: '¿Se ha enjuagado durante 15 segundos, el osito?' o '¿Necesita ayuda para limpiarse?' De esta forma tu hijo tomará la iniciativa y aprenderá enseñando. Y tú descubrirás qué es lo que sabe.

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