lunes, 3 de noviembre de 2008

HÁBITOS DE HIGIENE QUE APRENDERÁN.

LA HIGIENE
Hay que desarrollar en los niños y niñas la necesidad de estar limpios y el deseo de presentar un aspecto personal pulcro y cuidado. A través de las actividades de higiene, los niños y niñas se sienten atendidos personalmente por el adulto, por esta razón estas actividades son para ellos y ellas muy importantes, son momentos privilegiados de contacto físico individual.


Un ejemplo lo encontramos en el cambio de pañales. Este no debe realizarse nunca de forma mecánica, sino que debe llevarse a cabo como un momento de afecto y comunicación a través del lenguaje verbal y corporal. El niño aprende, gracias a esta actividad, la secuencia de acontecimientos: quitar los pañales, coger las toallitas, limpiar... y realiza aprendizajes cognitivos.




La higiene implica la limpieza de todo el cuerpo, especialmente las manos, cara y genitales, por ser las zonas mas expuestas a infecciones. Para los hábitos de higiene de manos, cara, dientes y nariz es necesario que el niño y la niña sepan identificar en qué momentos deden realizarse estas actividades que comprendan su necesidad, que las realicen con un cierto grado de autonomía, que deseen participar con el adulto, que posean ciertas destrezas motrices (abrir el grifo, enjabonarse, secarse con la toalla...) y que adquieran un cierto control del propio cuerpo.

Igualmente importante es el cuidado y orden de los utensilios y espacios destinados al aseo. Hay que enseñar a los niños y niñas a recoger y cuidar los objetos que utilizan e inculcarles que estas tareas se realizan mejor en espacios ordenados y aseados, por lo que deben contribuir a ello. No deben identificar el momento de aseo como momento de juego.

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